Mayores venidos a menos

A colación de la situación de los suboficiales mayores en la benemérita.

¿Por qué este empleo ha caído en el olvido y en lo que podríamos denominar un “colapso funcional”?.

Me creo que los ilustres intérpretes de las normas sientan cierta “envidia” o recelos hacia esas “altas funciones” y hayan querido desvanecer el riesgo de hacerles sombra. Eso o que no han sabido incardinar esa figura en una organización mentalmente anquilosada que es incapaz de asumir que un Suboficial Mayor pueda asesorar en algo o, peor aún, que deba siquiera pedirle opinión.

Quien no aplica la norma es porque no confía en la capacidad o en la propia utilidad del Suboficial Mayor y sobre todo no está de acuerdo con ella. ¿Por qué entonces lo hizo el legislador?. Porque la idea es muy buena y éste no está mentalmente condicionado por el estatus jerárquico y tiene la capacidad de comprender que en la experiencia hay utilidad y no tiene complejos para llevarlo a la práctica. Un suboficial con tanta experiencia no puede ser desaprovechado de una forma tan vulgar, olvidado en el rincón de una oficina o contando las sábanas de la lavandería de la residencia.

El Suboficial Mayor también tiene la facultad de proponer todas aquellas medidas que estime convenientes relativas a los Suboficiales, tampoco aquí se ha dado tregua.

¿Nos han colocado en esta situación o hemos llegado aquí nosotros solos?. Quiero hacer una reflexión sobre si nuestros propios actos, si no hemos estado a la altura, nos han llevado a la desnaturalización actual. No me cuadra tanta insensatez y desidia. 

En cualquier caso, es una vergüenza y una falta de respeto que un Suboficial Mayor acabe llevando la contabilidad de la máquina del bar.