Participación, respeto y mejora continua
Construir desde dentro: el valor de la representación de los suboficiales
Cuando la experiencia de quienes sostienen el servicio se convierte en diálogo, toda la Institución gana

• Escuchar a ASESGC no es atender a una sola asociación: es reconocer la voz de toda la Escala de Suboficiales, pilar fundamental de la Guardia Civil.
• El diálogo institucional nunca es un trámite: es la garantía de que la ley, la palabra y la dignidad se convierten en motor de mejora compartida.
Escuchar es la primera forma de reconocer. En una institución como la Guardia Civil, donde la disciplina y la jerarquía conviven con los derechos y la dignidad de las personas, abrir espacios de diálogo no debilita al mando: lo fortalece. Cada propuesta presentada desde la representación profesional es una oportunidad para crecer, mejorar y servir mejor a la ciudadanía.
“Dar aprecio a las propuestas no es un gesto de cortesía, es un acto de justicia hacia quienes sirven cada día.”
En la Guardia Civil, la palabra tiene un valor que trasciende lo formal. Escuchar y dar respuesta a quienes representan a un colectivo profesional no es solo una obligación legal, sino una muestra de respeto institucional y de compromiso con la mejora del servicio. El diálogo, cuando se ejerce de manera leal y abierta, se convierte en un instrumento para fortalecer la cohesión interna y, con ello, la eficacia de la propia misión encomendada al Cuerpo.
Desde ASESGC creemos firmemente que cada reunión entre mandos y asociaciones debe ser entendida como una ocasión para construir, sumar y encontrar soluciones a los retos diarios de nuestras unidades. Por eso, en el marco de la última reunión semestral convocada por la Comandancia de Ciudad Real, bajo la jefatura de su coronel jefe, trasladamos tres cuestiones muy concretas, planteadas con espíritu de colaboración y con el único objetivo de favorecer un funcionamiento más equilibrado y justo en beneficio de todos. Sin embargo, ninguna de estas propuestas fue incluida en el orden del día de la reunión convocada por la Comandancia de Ciudad Real, ninguna recibió explicación y ninguna obtuvo respuesta, generando un comprensible malestar entre los suboficiales, que ven cómo su voz, a pesar de estar amparada por la ley, queda relegada al silencio.
Las propuestas planteadas se centraban en tres aspectos muy concretos: evitar que los comandantes de puesto sean destinados a servicios ejecutivos, como patrullas ordinarias o servicios de puertas, cuando su responsabilidad principal es dirigir y coordinar la unidad; regular de forma clara las sustituciones de mando, para que los periodos de descanso no se traduzcan en una disponibilidad permanente encubierta; y racionalizar el uso de la mensajería oficial, de manera que su empleo fuera del horario de servicio quede reservado únicamente a situaciones de verdadera urgencia.
“Lo que antes se presentaba como una limitación, hoy se reconoce como una oportunidad para escuchar y mejorar desde la experiencia de quienes sostienen el servicio día a día.”
Durante años se ha recurrido con frecuencia al argumento de que determinadas cuestiones, por estar vinculadas al servicio, quedaban fuera del ámbito de actuación de las asociaciones profesionales. Una explicación que quizá en otro tiempo pudo parecer suficiente, pero que hoy resulta insuficiente a la vista de la evolución normativa y del propio reconocimiento institucional de la representación asociativa dentro de la Guardia Civil.
La Ley Orgánica 11/2007, de derechos y deberes de los miembros de la Guardia Civil, establece con claridad que las asociaciones representativas pueden formular propuestas en todo lo relativo a las condiciones profesionales, económicas y sociales del personal. Y cuando se trata de descansos, de sustituciones de mando o del uso de herramientas oficiales fuera de servicio, no cabe duda de que hablamos directamente de condiciones de trabajo y de dignidad profesional, materias plenamente incluidas en ese ámbito.
“La prueba del doble rasero”
El propio orden del día de la reunión semestral convocada por la Comandancia de Ciudad Real muestra con claridad que las cuestiones relacionadas con la organización del servicio sí forman parte del debate asociativo. Allí se incluyeron asuntos como el desarrollo del plan P.A.T.I.O. por efectivos de la USECIC, el cómputo de descansos en servicios compartidos, la implementación del servicio a turnos o el empleo de las instalaciones oficiales durante el servicio.
Si estos temas se consideran válidos para ser tratados con las asociaciones, también deberían serlo aquellos planteados por ASESGC, pues guardan la misma naturaleza: todos inciden en la calidad del servicio, en el bienestar de los guardias civiles y en el correcto funcionamiento de las unidades. No se trata, por tanto, de excluir o incluir según quién formule la propuesta, sino de valorar objetivamente el contenido y el beneficio que puede aportar a la organización.
“Representar a los suboficiales: un deber institucional”
ASESGC no busca privilegios, sino el reconocimiento de un derecho que la ley otorga y que la propia institución necesita: la representación profesional de quienes, desde la escala de suboficiales, ejercen cada día el mando directo en nuestras unidades. Escuchar sus propuestas no significa ceder, sino reforzar la cohesión interna y aprovechar la experiencia de quienes conocen mejor que nadie la realidad del servicio sobre el terreno.
Dar voz a los suboficiales es, en definitiva, invertir en eficacia y en confianza. La organización gana en claridad, los guardias civiles en motivación y la ciudadanía en calidad del servicio. Respetar y atender a esta representación no es una concesión, es un deber institucional que fortalece la disciplina y honra los valores que la Guardia Civil proclama como propios: respeto, justicia y espíritu de servicio.
"El camino de la mejora compartida"
El diálogo no debilita la disciplina; la enriquece. Una institución como la Guardia Civil, con más de siglo y medio de historia, se fortalece cuando sabe escuchar a todas sus escalas y aprovechar la experiencia de quienes sostienen el servicio día tras día.
Atender a ASESGC no es una cuestión de preferencias, sino de coherencia con el marco legal y de respeto hacia quienes ejercen responsabilidades de mando en las unidades. Sus propuestas no nacen de la confrontación, sino del compromiso con la mejora, la seguridad jurídica y la eficacia del servicio.
Reconocer este espacio de participación es apostar por una Guardia Civil más cohesionada, más justa y más eficiente. Porque dar cabida a la voz de los suboficiales es dar solidez a toda la estructura: son ellos quienes, con su trabajo constante, garantizan que cada unidad funcione, que cada guardia civil tenga un referente y que la ciudadanía reciba el servicio que merece.
El valor del diálogo radica en comprender que escuchar no es ceder, sino construir juntos. Y en esa construcción, participación, respeto y mejora continua deben ser la brújula que oriente nuestro camino.
“Escuchar a ASESGC es sembrar respeto hoy para recoger cohesión mañana.”
La reunión semestral con las asociaciones aún está prevista para mediados de septiembre. Eso significa que todavía hay tiempo de rectificar, de abrir el diálogo y de dar a cada propuesta el valor que merece. Corregir el rumbo no es una debilidad, es un signo de grandeza institucional.
Por José Joaquín Contreras Rodríguez
Directiva Nacional de ASESGC - vicepresidente 2º -