En atención a la naturaleza de los hechos denunciados, y que pasan por evidenciar la existencia de los delitos de abuso de autoridad y trato degradante, con un contenido que consiste en diversos sucesos con testigos presentes, el Togado Militar entiende la necesidad de la apertura de diligencias previas –indispensables- a fin de valorar adecuadamente el alcance de lo ocurrido; el contexto en que se produjeron los hechos y sus circunstancias; así como la actuación e intención de los Oficiales denunciados.

Más de una docena de testigos han sido llamados a declarar en próximas fechas en la sede judicial de este órgano en Madrid. Al saber de esta revista, las testificales no serán las únicas pruebas que sostienen la acusación del sargento de la Guardia Civil contra sus dos superiores, así como que no se descartan nuevas aportaciones de otros testigos que devendrán de la Instrucción.

La integridad moral del sargento, jefe del Destacamento de Tráfico durante nada menos que siete años, se ve constreñida en mayor medida desde el preciso momento en que se hace cargo del Subsector precisamente el hermano de un guardia civil subordinado directo del suboficial. La dignidad profesional del sargento quedará marcada en el informe personal de calificación (IPECGUCI) por el capitán, a tan sólo cinco meses vista y mediante observación nada frecuente –esporádica-, de hacerse cargo del Subsector. Ello, sumado al reiterado acoso que viniera soportando el denunciante por parte del teniente al mando accidental de dicho Subsector e inmediato antecesor de aquél, llevará (al sargento) a un calvario personal y laboral que tratará de resolver tras la busca de cobijo necesario en la Asociación de Suboficiales (ASES GC), ya que, lamentablemente, de la mano de sus mandos naturales el abandono es la nota más preponderante.

Desde ASES, una vez más, se quiere denunciar públicamente el desamparo que padecen diversos mandos intermedios de la categoría de suboficial, que no solo sienten la soledad de esta figura en la pequeña unidad que comanda, promovida por algún subordinado mal influenciado; sino que determinados Superiores, arrogándose propia maestría, sabiduría y buen hacer, no hacen sino vilipendiar y menospreciar la labor desarrollada por el mando subordinado, llegando incluso a determinar rigurosamente y mediante órdenes cargadas de amenaza no siempre velada, hasta cuestiones básicas y elementales de la gestión propia de recursos humanos en la idea de reducir a mínimos la capacidad de autoexigencia y organización de la unidad (p.e. llegando a ordenar qué efectivo en concreto del Destacamento y en exclusividad puede y debe realizar labores administrativas propias de la unidad y de "confianza" aunque no lo sea del propio suboficial).

Al menos en esta ocasión, el sargento de este Cuerpo tendrá la oportunidad de narrar el calvario dilatado en el tiempo que viene padeciendo, a alguien imparcial que le verá como un profesional, persona, en igualdad de condiciones que aquéllos otros que acostumbran a mirarle por encima del hombro.

“La Justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho” (Justiniano).

SERVICIO JURÍDICO DE ASES-GC

Letrada Dª. Sara Isabel Jiménez Alonso

Correo electrónico: juridico@asesgc.com