Jueves, 18 de Septiembre de 2025

Actualizada Miércoles, 17 de Septiembre de 2025 a las 06:59:59 horas

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¡Que bien desfila mi niño!

La dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos. (Aristóteles)

       [Img #3257]    He reiterado muchas veces la diferencia que existe entre aquella Guardia Civil donde sus miembros simplemente acataban órdenes y no podían decir ni exponer nada por temor a cometer una falta contra la disciplina y la Guardia Civil que conocemos en la actualidad.


La primera época generó tiempos de gloria y hazañas que, aún hoy, nos deja  boquiabiertos por la grandeza de sus protagonistas. Eran tiempos difíciles, y es por eso que  nuestros antecesores se merecen toda clase de alabanzas.


            Posteriormente, la propia evolución, el desarrollo económico y social hace dar un paso adelante a esta Institución que siempre se ha caracterizado por ir marcando el paso al son que toca el momento preciso de la historia. Y de esta forma llegamos a la fase fundamental de creación de un órgano colegiado, avalado por toda una Ley Orgánica llamado Consejo Asesor de Personal, el cual también sufre algún ajuste hasta consolidarse como el actual Consejo de la Guardia Civil.


            Para llegar hasta aquí ha hecho falta consenso, rigor político, compromiso y respeto, entre otras cosas, con el fin de poder llevar a cabo esta realidad, llegando incluso a sufrir miedo, descalificaciones y presiones laborales por el simple hecho de pertenecer a una asociación profesional en la Guardia Civil, sin importar si eras buen o mal profesional; el hecho de pertenencia te estigmatizaba, te rebautizaba con el apelativo de “sindicalista” y la cruz que llevabas sobre la espalda poco difería de la de Nuestro Señor Jesucristo, sin merma de flagelaciones varias. Eso lo sabemos quienes lo hemos sufrido y en cierta forma todavía lo seguimos padeciendo y no aquellos de nueva crianza.


           Dicho esto, no puedo consentir que alguien que se ha subido a este barco, sabiendo que tiene flotador para no ahogarse, se arrogue el título de protector del Consejo de la Guardia Civil y pueda decir sin rubor que los Vocales del mismo son como niños y no cumplen con las reglas del juego.


          Desde ASES-GC como asociación profesional, no tenemos que demostrar nada que no hayamos hecho ya, a sabiendas de que siempre, desde el principio, hemos sido respetuosos con  las normas y reglas del juego, por eso jamás y digo jamás con contundencia, consentiremos que se pisotee la profesionalidad de un Vocal del Consejo o cualquier otro representante o socio por el simple hecho de serlo y jamás participaremos en algo que suponga la merma del ejercicio de un derecho atribuido por la ley.


        ASES-GC, con su presidente al frente, siempre ha defendido el Consejo de la Guardia Civil porque sencillamente forma parte de él, y siempre ha respetado a este órgano colegiado, empezando por el Ministro del Interior como primera autoridad y terminando por el último Vocal de la Administración, aunque hayamos recibido el desaire de su cabeza. Y nunca hemos faltado el respeto a nuestro Director General, al contrario, hemos tratado siempre de trabajar en la misma dirección que no es otra que las mejoras laborales, económicas y sociales del personal del Cuerpo en general y de los Suboficiales en particular. A veces con discordancias pero la mayoría a través del consenso y buen hacer de ambas partes.


           Pero para conseguir llegar hasta aquí ha habido que lidiar ciertos toros de diferentes ganaderías, y en plazas de primera, segunda y tercera categoría. Y como el legislador ya sabía del peligro de esta faena diaria, nos otorgó la anuencia del artículo 34 de la ley disciplinaria con el fin de proteger a quienes tienen el derecho y la obligación de defender los intereses de los miembros de esta Institución, sabiendo que podrían entrar en conflicto con los intereses de algún que otro morlaco, incluso pasados dos años.


          Llegados a este punto, no podemos imaginar cómo vamos a desarrollar esta labor sin que se lleve a cabo con todo rigor ese “aforamiento” y no que únicamente lo convirtamos en un simple acto administrativo donde tu profesionalidad pende de un hilo tan fino como el interés mostrado en la última sesión del Consejo.


              ASES-GC, con su gesto expresado en la sesión plenaria, no ha hecho otra cosa que defender al propio Consejo de su iniquidad, con el propósito de no convertirlo en un órgano vacío e ineficaz donde simplemente se va a pasar el rato; y no con el ánimo de faltar el respeto ni de vilipendiar su figura.


               Por eso, hay que decirles a algunos que dejen de ser como aquella madre que fue a ver la jura de bandera de su hijo recluta y que provocó las carcajadas de los allí presentes cuando gritó a los cuatro vientos: “¡qué bien desfila mi niño!, es el único que lleva bien el paso”.   

                                                  [Img #3258]

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