La Delegación territorial de
Ciudad Real, en conseguida sintonía con la Directiva Nacional de ASES que
encabeza José Silva, y el Servicio Jurídico de la Asociación que dirige la
letrada Sara Isabel Jiménez; movió a los suboficiales de la provincia a una
reunión de carácter informativo eligiendo tres
temas de notable actualidad jurídica,
jornada laboral, productividad y disciplinario, sometiéndolos a debate
para facilitar la compresión y el entendimiento, y disipar dudas surgidas tras sus
primeros tres meses de andadura.
Uno
de los aspectos más novedosos de la reforma disciplinaria de la Guardia Civil
mediante otra del mismo rango y naturaleza de las FFAA, devuelve al Suboficial
del Instituto la potestad sobre
faltas leves que la redacción originaria del texto cercenaba
al remitir a un Oficial como mínimo la capacidad de instruir expedientes
disciplinarios. En este sentido la abogada Sara, apoyada por el Delegado
territorial, recordó las distintas fases dentro del procedimiento cuyo
conocimiento y comprensión resuelven para el suboficial, desde los primeros
trámites, cuestiones discutidas que si bien admitirían favorable resolución fuera
del escenario administrativo no son ajenas a padecimientos innecesarios y que
se verán dilatados en el tiempo.
Por su parte, el Presidente de esta Asociación conmovió con dos dinámicas exposiciones que supo sintetizar llegando a singularidades de dos textos internos, jornada y productividad, cuya puesta en práctica en las Unidades desata acusada preocupación entre los suboficiales. Silva, que por su condición de vocal que representa a ASES en el seno del Consejo de la Guardia Civil cuenta con un formidable conocimiento de este binomio normativo de estrecha relación profesional, resulta ser quién alimenta con sugerentes propuestas los grupos de trabajo del Consejo, demandando intereses profesionales para la Escala más sufrida del Cuerpo (la de Suboficiales) y que a día de hoy -podría decirse- cuenta ya con alguna garantía de conciliación familiar al deportar la conocida «tarifa plana», pese a ingeniosas pretensiones sostenidas desde otros escalones de mando.
Los asistentes, una treintena de suboficiales con mando en distintas unidades de la Guardia Civil, participaron activamente en el transcurso de las ponencias planteando a los representantes de ASES cuestiones de enrevesada percepción individual y que, explicadas debidamente y con aliento constructivo, rompen de algún modo la intranquilidad que suscitan.
Cómo no, el Sistema Integrado de Gestión Operativa (SIGO) tuvo su colosal momento, quedando a ojos de todos los guardias civiles como un medio instrumental que acuña la más rotunda responsabilidad de oscurecer los beneficios laborales que puedan devenir de su aplicación, dificultando notoriamente la labor de los suboficiales castigados ya con una ingente cantidad de burocracia que siguen soportando y que, con mayor frecuencia de la deseada, se alimenta con determinaciones de singulares Superiores que ven en la petición de informe y las llamadas telefónicas intempestivas ante cualquier cuestión que se le sugiera, un recurso apropiado para mantener constante la sumisión del suboficial y así ocultar las carencias del liderazgo que debiera proyectar.
Y de las «comisiones de servicio» a unidades (equipos, áreas o cómo se quiera dar en llamar) imaginarias destinadas a la voluntad de su creador y con nimias garantías para los profesionales que trabajan en ellas… es tema que dará para un largo y tedioso análisis crítico.
Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.