La Ley de Personal de la Guardia Civil que actualmente se encuentra en trámites para su modificación en el Senado obligará a una profunda modificación del reglamento de destinos de la Guardia Civil que vivió su última modificación en el año 2013.

La obligada reforma abarcara a cuestiones tan diversas como la limitación de permanecer en determinados empleos como el de Cabo Mayor, regular las adscripciones temporales a un determinado destino por razones de enfermedad grave de un familiar, las conocidas como “comisiones humanitarias”. Se quiere también regular con más detalle la posibilidad contemplada de forma novedosa en la Ley de solicitar vacantes de empleo superior siempre que el peticionario haya sido evaluado para el ascenso.

Pero la cuestión más espinosa que deberá abordar el nuevo reglamento es el establecimiento de un catálogo de puestos de trabajo para los considerados “útiles con limitaciones” a quienes se les quiere marcar los puestos a que pueden acceder.

Actualmente la Guardia Civil cuenta con una bolsa de cerca de un millar de guardias civiles de todos los empleos que tienen limitada, por razones de enfermedad, su capacidad para desarrollar actividades dentro de las funciones normales de un Cuerpo de Seguridad. Estos funcionarios concurren en condiciones de igualdad y sin límite legal a las diferentes ofertas de vacantes que se van publicando a pesar de que no puedan realizar muchas de las actividades que requiere el puesto de trabajo lo que provoca desajustes organizativos.