ASES abandona la defensa del modelo de suboficial como auténtico mando

Hace ya tiempo que venimos denunciando el incumplimiento de las normas sobre autonomía funcional para los jefes de unidad y la falta de desarrollo de un sistema de guardias combinadas para las unidades de investigación que regule su situación. Hemos alabado la implicación de la Dirección General en recuperar al suboficial como mando, pero tenemos que decir públicamente que ha fracasado.

Los incumplimientos de la normativa son cada vez más generalizados, en casi toda España los comandantes de puesto son obligados a realizar servicios de puertas camuflados de atención al ciudadano para eludir la prohibición. Los servicios rutinarios se han cambiado por dispositivos operativos específicos con una periodicidad fija. El mismo descanso queda bastante difuminado con la prohibición de entrega del corporativo y la obligación de  atención no ya de casos graves sino de simples de dudas o consultas. Todas estas normas quedar por escrito con total impunidad.

Sirva como ejemplo un reciente radio difundido por correo corporativo en el que conminaba al cumplimiento de esta normativa sobre autonomía funcional de los comandantes de puesto después de nuestra última reunión en Madrid denunciando el incumplimiento. Pues bien, ha sido entendido en las unidades al contrario, es decir, se ha advertido a los comandantes de puesto de que están incumpliendo la normativa y que se esmeren en su cumplimiento.

Ante los incumplimientos reiterados de la normativa sobre autonomía funcional de los mandos de unidad y la falta de regulación de la situación del servicio de las unidades de investigación y después de haber mantenido varias reuniones solicitando su cumplimiento con resultado infructuoso nos vemos obligados a abandonar nuestra posición de 2010 en la que apostamos por un suboficial como mando con un régimen específico distinto del general. Pero lo hicimos con unas condiciones: que se acabara con el régimen dual de servicio de patrulla rutinaria tres o cuatro días a la semana combinado con la atención de obligaciones de mando y responsabilidad. Esa dualidad sigue existiendo y es inaceptable.

Ante esta situación, defenderemos el cambio de sección de todos los suboficiales al régimen general porque nuestra autonomía organizativa y funcional es muy baja, prácticamente nula y no abarca la totalidad del tiempo de trabajo y, por tanto, esta exclusión del régimen general debe aplicarse a los mandos de “rango elevado” y no a los suboficiales.

Esto supone un cambio importante en nuestros posicionamientos en los que defendíamos al suboficial como mando y que traerá importantes consecuencias. Hemos tomado esta decisión ante la pasividad de la Dirección General que no ha sabido o querido contener determinados sectores intransigentes y críticos con la recuperación de la figura del suboficial como auténtico mando en la que hemos creído firmemente hasta ahora. Hay que decir que estos sectores están plenamente identificados.

Sabemos que este cambio no se quiere ya que el sistema dual de servicio propicia mano de obra barata en tiempos de escasez y la atención permanente a la labor de mando y responsabilidad garantiza la continuidad de un servicio para comodidad de los escalones superiores.

No se reconocerá en estos momentos, pero empezamos a andar el camino para conseguirlo.