El Ministerio del Interior penaliza la productividad por objetivos de los guardias civiles en favor de la Policía Nacional

El Ministerio del Interior ha decidido que la paga de productividad para los agentes de la Policía Nacional en toda España no va a ser igual para todos los policías nacionales. Dependerán del destino que tengan y sobre todo si se han cumplido o no los objetivos de la comisaría en la que prestan servicio.

La productividad no será lineal, sino en función de la categoría profesional del agente y el porcentaje de cumplimiento de los objetivos fijados.

Reparto en la Escala Básica en función de los objetivos alcanzados:

Reparto en la Escala Superior en función de los objetivos alcanzados:

Así, un integrante de la Escala Superior, los comisarios, reciben aproximadamente 1.350 euros si se considera que ha alcanzado el 100%. Algo más de 1.000 euros si se queda en el 75%. Y 670 euros si sólo logran el 50%. En el extremo opuesto, los agentes de la Escala Básica reciben 885, 660 ó 450 euros, respectivamente.

Estas cantidades quedan muy lejos de las recibidas por los guardias civiles, estos la perciben de forma lineal y sin referencia a empleos u objetivos, es igual para todos. Sorprende que un Policía Nacional que cumpla medianamente con los objetivos cobre 660€ cuando un guardia civil está en los 400€.

¿Somos los guardias civiles de peor condición que los policías nacionales?. Parece ser que para nuestros dirigentes sí pues consideran que un policía nacional merece más que un guardia civil por hacer, como mínimo, lo mismo aunque en términos netos los guardias civiles trabajan más horas que los policías nacionales. La pésima gestión del Ministro del Interior, que no ha sabido garantizar la igualdad de trato y dar la consideración debida a los guardias civiles, ha llegado hasta el último día de la legislatura.

Sin embargo, rápidamente salen a la palestra los políticos del Ministerio y sacan pecho cuando la Guardia Civil año tras año resulta la Institución más valorada por los españoles pero que a la postre resulta la peor pagada y la menos reconocida por los políticos.